LA BUENA GENTE.
Son de esos ciegos que andan
por el mundo y se ponen en la
solapa un clavel, con las luces
apagadas a la sombra de un ciprés.
Son amantes que roban besos
y no saben a quién. perfumes…
los llevan por doquier y se visten
de traje y chaquet, presumiendo
no saben de qué, pero aman sin dudar.
Los hay de todas clases. En ciudades
y en donde menos se ven, no les gusta
que los mires, piden abrazos sin más.
Esa es mi buena gente, sigilosa como
el cielo que nos ve. Así viven la vida.
Simplemente, aman y se dejan amar.
Mª Aux. Fonellosa
Causada