El pincel se crece en las manos de una pintora que desnuda la imagen y viste la palabra con la esencia del alma. Crea arte de lo sencillo, de su entorno, de la gente que ama con la frescura y la inocencia de una niña que juega traviesa con sus pinceles, descubre un mundo de ilusión y pureza, propio de los grandes místicos.
Mónica
Ozámiz Fortis, mujer femenina con un toque sofisticado de natural, pues ella es
así, una luchadora que se ha hecho a sí misma, que llena de luz y de amor cuanto crea, desborda
y vuelca en sus cuadros magnificas obras de arte, la Gracia del Espíritu.
Creaciones fundamentalmente figurativas, disciplina en la que ella es maestra. Un mundo mágico
protagonista como en un sueño del que no se quiere despertar, pues es un
conjunto de brillante expresión del arte, el reflejo de un espejo que deja admirados a cuantos no sólo contemplan
su obra, sino que aman viven y dejan latir sus corazones por el arte pictórico;
magnifico baluarte de la creación humana. Una asombrosa pintora que tanto maneja
la línea clásica y paisajista como la más innovadora, lo que le confiere una
experiencia enriquecedora para tan noble disciplina artística.
Mónica:
es un volcán de generosa naturaleza que se entrega con pasión al trabajo.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de San Fernando (Madrid), con una
nota media de sobresaliente, lo que deja claro su buen hacer. Entre sus
innumerables experiencias en el campo laboral, además de la de docente, profesión esta que ejerció durante varios
años; destaca la de Ilustradora: Comics (Editorial Giner). Para la escritora
Esperanza Robles.
Ha participado en diversas exposiciones y ferias de arte, tanto a nivel
nacional como internacional, posee
innumerables cursos y premios y ha sido alabada por muchos por su maestría con
el pincel.
Es
pues una mujer avanzada a su tiempo que nos emociona profundamente con sus
creaciones; muestra de ello son una serie de cuadros pintados cuando su hija
nació, tiernas creaciones que logran despertar admiración y sentimiento maternal
a cuantos las contemplan.
En
la ciudad dormida, donde el magisterio de los hombres es dueño de los sueños,
Mónica, se adentra en los misterios de la naturaleza humana y despoja al hombre
de su careta, para descubrirle en su auténtica esencia con la belleza que
enaltece lo que parece no existir, pero que es premio de las tradiciones y
leyendas griegas, un deleite de pasiones que se liberan para dejarse ver en el
lienzo, carrusel introvertido y máxima de la verdadera creación , aquella que
explota con la natural y delicada mano femenina.
Un
magnifico escaparate a las pasiones humanas y a la realeza de cuanto conforman
la creación Divina. Una auténtica joya armónica de disfraces; en un mundo en
continuo cambio, pero que se presume único porque es de Mónica, un mundo
recogido y escogido, en un espacio donde cada cosa parece tener vida propia,
pues es el mismo Amor su dueño.
Mª Auxiliadora Fonellosa
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