Si las semillas del tiempo
envuelven mis recuerdos
en un terciopelo de lunas.
Déjame, que los deseos
y la magia de los hados
descubran otros mundos
en los bosques de colores.
Rompen las olas,
contra las rocas
mares desnudos,
dioses perfectos.
Amanece en la montaña
una brisa de espejismos
del pasado, habla de cuentos,
me sacia el alma sin la guadaña.